La artesanía marroquí

La artesanía marroquí

La artesanía marroquí

La artesanía marroquí, la más valiosa del Magreb, mantiene prácticamente intactas sus características originales y proviene de las necesidades diarias (como utensilios de cocina, ropa, muebles), utilizando todos los materiales a su alcance; arcilla, lana, metales, madera, entre otros. En múltiples combinaciones y con una extensa gama de formas y colores. Cada zona o urbe se caracteriza por una o más especialidades artesanales; cerámica, fabricación y calderería, orfebrería, cestería, ebanistería y taracea, marroquinería y producción de alfombras o tapices.

La artesanía marroquí se clasifica en dos categorías principales: la urbana, donde muchas de sus técnicas y costumbres fueron traídas de Al-Ándalus o del Oriente, y la rural, ejercida desde épocas antiguas para cubrir necesidades fundamentales. La segunda se apoya únicamente en materias primas locales de fácil acceso; la primera evita las materias importadas. Asimismo, la variación en la ornamentación es notable; arabescos florales o poligonales y epigrafía árabe en las artes urbanas: simples y austeros patrones geométricos en las zonas rurales y rurales. En ambas, el color se destaca especialmente: vuelve a ser más rico y vivo en la artesanía urbana, en contraste con la austeridad cromática de las producciones de pueblos y aldeas.

La apreciación del valor social y cultural de la artesanía ha impulsado la formación de un ente oficial responsable de establecer museos de artes tradicionales: en otro contexto, la Direction de l’artisanat se encarga de la tutela y el avance de las artesanías urbanas mediante múltiples escuelas profesionales. Simultáneamente, en las comunidades más importantes se han establecido centros de artesanía donde se producen y comercializan los productos locales característicos.

La cerámica

La cerámica, una de las disciplinas más ancestrales, se propaga a lo largo del país; platos, cantaros, cuencos, vasijas adornadas y azulejos adornados con diseños negros o policromos forman parte de los lujos marroquíes. Los productos más reconocidos son de Fez (cerámica con patrones en blanco y azul), Mequinez y Safi. La alfarería rural y bereber, de fabricación más sencilla, generalmente se pinta (no vidriad) en un rango que oscila entre el rojo oscuro y el pardo, y se adorna con patrones casi siempre geométricos (similares a los tatuajes) o con un significado simbólico.

Metales y latón

Los metales y el latón se elaboran mediante métodos de forjado, cincelado y damasquinado; se elaboran utensilios de gran variedad (indispensables para la elaboración del te), teteras de plata alemana (Fez y Marrakech), faroles de cobre o hierro forjado, aspersorios, platos, vasijas y candelabros.

Joyas

Las joyas, en un pasado dominio de los orfebres judíos, se elaboran replicando antiguos patrones utilizando técnicas y materiales muy diversos; martilleo, filigrana, cincelado, esmalte, nielado y engastado de coral, ámbar y piedras naturales o artificiales. Es evidente la relevancia de las joyas durante eventos sociales (matrimonios, comidas románticas, celebraciones folklóricas, etc.) cuando las mujeres exhiben sus diademas, pendientes, collares y brazaletes, anillos, broches, cinturones y bolsos. La plata es un componente fundamental de la orfebrería de Marruecos, principalmente labrada en el Atlas y el sur, lugares donde también se emplea para la producción de armas blancas (Tarudant y Tiznit). El oro se procesa en Fez, Mequines, Rabat, Sale y Tetuán.

Alfombras

Las alfombras, tapices y mantas han otorgado reconocimiento a la artesanía de Marruecos. Se fabrican siguiendo métodos tradicionales que han perdurado a través del tiempo, pueden ser de lana de oveja, o de pelo de cabra o camello. Las alfombras y tapices bereberes son menos sofisticados que los urbanos, sin embargo, no les falta valor. Los núcleos de producción urbanos más destacados son Rabat y Fez. Las alfombras bereberes más solicitadas incluyen las del Rif, así como las del Beni-Uarain, Marmucha, Zaiane y Chichaua del Medio y Alto Atlas.

Cestería


La cestería, especialmente los artículos de mimbre, es una especialidad del Rif (donde son comunes los sombreros de paja de gran tamaño), de Sale y de las regiones de Fez y Marrakech.

Cuero

Es indudable que el cuero es uno de los materiales favoritos de los artesanos de Marruecos, quienes mantienen los procedimientos y habilidades de los sitios más distantes. Las pieles de cabra y carnero se tratan de diferentes maneras, se colorean de distintos tonos y a menudo se embellecen con ribetes o festones dorados. El cuero se emplea en la producción de monturas de gala (hoy en día, en su mayoría decorativas), pufes, bolsos de variados diseños y dimensiones, portafolios, babuchas (las tradicionales tienen el talón abierto) y numerosos otros artículos. También se utiliza la marroquinería en mobiliario (estanterías, revestimientos de mesas, entre otros). Marrakech, Rabat y Tetuan, junto a Fez, son los núcleos productivos más valorados.

Carpintería

La carpintería marroquí ha mantenido su esencia auténtica en la producción de cofres (frecuentemente pintados), mobiliario y componentes útiles o ornamentales, tales como celosías, puertas, paneles y artesonados. Las maderas comúnmente utilizadas incluyen el cedro del Rif y del Atlas, así como la tuya originaria de la región de Estauira. También se emplean la acacia, el limonero y el nogal para objetos de tamaño reducido. Los fabricantes de muebles más reconocidos se encuentran en Azru, Essauira, Fez, Sale y Tetuan

× WhatsApp