El cuero en la medina de Fez y las curtidurías…
El grupo de los curtidores de Fez se orgulla de tener raíces muy antiguas, que podrían remontarse a la época de la fundación de la ciudad. La actividad se vio favorecida por las condiciones favorables debido a la disponibilidad del agua necesaria para las diversas operaciones de curtido, la contribución de técnicas hispano-arabes y orientales, y la proximidad de áreas ricas en pastos y, por lo tanto, en ganado. Parece que en la época marini, Fez tenía alrededor de cien tenerias, y aún hoy en día, este mundo vibrante de olores, colores, hombres y cansancio está muy relacionado con la tradición. La propiedad de las tenerias (normalmente cooperativas) es heredetaria y el trabajo pasa de padres a hijos. En la actualidad, al igual que en el pasado, se alquila la infraestructura por el tiempo necesario la infraestructura y los hombres.
Panorama de las curtidurías de Fez
Las tenerías están ubicadas alrededor de un área al aire libre, que suele estar inclinada para facilitar el desagüe. Allí se encuentran las’sahrij, que son tinas de gran tamaño utilizadas para ablandar las pieles, que solían estar saladas y expuestas al sol, sumergidas en paquetes atados con cuerdas; las’merkel, que son pilas con agua limpia para enjuagar; las ‘qasriyya, que son pilones, agrupados en torno a sumideros y con refuerzos en sus paredes para apoyar los pies durante el proceso de inmersión y recuperación de la piel.
Los talleres, conocidos como ‘hzana, están situados alrededor y suelen estar en dos niveles. Los espacios, que cuentan con iluminación a través de puertas y ocasionalmente ventanas, son utilizados para almacenar las pieles. Existe una gran azotea encima, donde se secan después del teñido.
Antes de pasar por el “Merkel”, se sacuden las pieles y luego se arrancan los pelos con una cuchilla, procedimiento realizado por trabajadores capacitados en locales destinados an este propósito. Las pieles reciben entonces tres baños de cal consecutivos para eliminar el pelo y los desechos. Durante tres horas, unos hombres casi desnudos colocados en los pilones de los ‘Merkel’ las lavan y sacuden sin parar. En la ‘qasriyya’, se las deja en remojo durante varios días en orina o excrementos de animales, lo que les da consistencia. Luego, son sometidas an un baño de salvado de tanino. Finalmente, son lavadas con cuidado en agua limpia, rascadas por el lado de la came escurrida y fuertemente estrujadas, y luego se colocan en las azoteas para secarlas. En esta última etapa, las pieles pueden adquirir el tono deseado usando productos naturales o artificiales.